martes, 5 de julio de 2011

Amor de cierta estación

La última vez fue en otoño
Cuando sus almas cruzaron última palabra
Y sus sentidos se embriagaron
Con el éxtasis de la pasión.


Fue esa la última vez que recordaron
Haberse conocido y haberse amado
Con la labia desmedida
De un corazón carmesí.


Más llegado el invierno su hervor se aletarga
Sus deseos en paz descansan
En un féretro de brazas congeladas.


Con la primavera más antagónica
Florecieron solo el odio y la indiferencia
Nublándose el cielo de tribal desazón.


Ni el verano como se cree jamás llegó
Para derretir la nostalgia de los amantes desconocidos
Ya que nunca supieron en realidad
Si fue por amor o por simple obsesión
Si en realidad fueron engañados
Por el vertiginoso paso de las estaciones,
Que hilarantes se suceden unas tras otras
Siendo a veces crudas y a veces sobrias.


Tan pícaras son las hadas del ciclo solar
Que con delicadez tientan al destino a cambiar
Alterándolo y malcriándolo
Solo el destino lo sabrá.